Terapia Breve y Cursos

17
junio
2017
17 junio 2017

7 cosas que Evan George intenta recordar en una primera sesión de Terapia Breve Centrada en Soluciones

Anoche, navegando en internet, buscando algo interesante que leer antes de ir a la cama, encontré una interesante entrevista a Evan George (que ahora mismo estoy traduciendo para compartirla en su totalidad), uno de los fundadores de BRIEF, la escuela londinense de Terapia Breve Centrada en Soluciones, autor de libros muy interesantes en co-autoría con sus colegas: “Solution Focused Brief Therapy: 100 key points and techniques” y “Brief Coaching: A Solution Focused Approach”.

En esta entrevista, Evan responde una curiosa pregunta formulada por Simona Campli:

¿Cuáles son las cosas que sueles recordar cuando te reúnes con un paciente por primera vez?”

 

Evan responde señalando 5 puntos que trata siempre de recordar:

1. Hallar lo que los clientes quieren.

2. Recordar que no se trata de conseguir que el cliente cambie.

3. Intentar no ser más entusiasta que el cliente sobre las necesidades de cambio.

4. Escuchar con atención al cliente.

5. Concentrarse en invitar al cliente para sostener una conversación centrada en soluciones.

6. No preocuparse por lo que los clientes van a hacer después de la sesión. Cualquier cosa que haga es asunto del cliente. Lo mío es trabajar con lo que resultó ser de lo que hizo.

7. Recordar asegurarme que realmente encontré lo que el cliente quería.

Hay tres puntos que resultan muy interesantes: el primero es claro: se trata de que ayudar a que la persona pueda imaginar un futuro deseado y con esto podamos contribuir a diseñar los objetivos de la terapia. El segundo punto es quizás uno de los más desafiantes, sobretodo cuando nos encontramos en proceso de formación y aprendizaje y conversamos y actuamos empujando a las personas no solo al cambio que deseamos nosotros y ni siquiera aún han empezado a desear ellos o ellas, sino también a que se adapten a nuestras ideas. (Si pensamos en las afirmaciones de Evan encontraremos que son generalmente algunas de las frases que oímos cuando las personas sienten que el trabajo que vienen haciendo no funciona, o el ya clásico: “Cambie de enfoque porque a esta persona le costaba hallar soluciones y no veía deseos de cambio”, que me parece resultado de un uso precario de las ideas que informan la práctica. Erróneamente algunos terapeutas pueden muy tempranamente otorgarle la responsabilidad a estas personas para que empiecen a hacer algo diferente respecto al problema que los aflige. Es un error porque estas personas tienen aún niveles de motivación que no son los adecuados si buscamos una disposición para hacer algo diferente. Hay que ir en busca de recursos y visibilizar las situaciones donde la persona vive al margen del problema y las cosas están mejor.) El punto tres señala la necesidad de ir despacio, un paso detrás de las personas, avanzando a su propio ritmo. El sexto punto me recuerda la recomendación de Insoo Kim Berg y Steve de Shazer: no empieces la segunda sesión ni las posteriores preguntando por las tareas o sugerencias que hayamos ofrecido la sesión anterior. El cliente es el experto y es quien decide si llevar a cabo esas tareas o sugerencias, si modificarlas y hacerles un ligero cambio, o si sencillamente no hacerlas. Interesarnos por qué está mejor desde nuestra última reunión es lo que nos interesa, y cómo ha logrado la persona hacer lo que hizo.

Imagino que cada uno de ustedes podría ir agregando más puntos a esta lista de lo que Evan George intenta recordar en una primera sesión. Sería un ejercicio interesante.

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Jorge Ayala