2017
41 descubrimientos sobre la Pregunta del Milagro
Llevo años compartiendo mis cursos y programas de formación en Terapia Breve Centrada en Soluciones con personas de distintas partes del mundo que cuando descubren la Pregunta del Milagro y comienzan a practicarla, no dejan de compartir sus impresiones y todo lo que la pregunta ha provocado en ellos y ellas.
Con el tiempo he ido recopilando en una lista todas estas impresiones que comparto contigo ahora:
- Seguridad en uno mismo.
- Sentido de esperanza.
- Un vuelo de la imaginación.
- Visualizar un futuro próximo sin el problema.
- Hay algo al alcance de la mano para hacer del problema algo que se puede solucionar.
- La impresión de que en adelante se puede hacer algo sin necesidad del terapeuta.
- Uno se siente liberado, rompe con una atadura que le hace desprenderse de cosas que agobian, sintiendo nuevas emociones.
- Cambia la perspectiva.
- Permite mirar hacia adelante, surgiendo la esperanza.
- Las cosas que uno desea lograr se vuelven más claras y uno puede saber de forma concreta cómo alcanzar eso que desea.
- Ayuda a centrarse en lo que uno necesita hacer.
- Ayuda a no quejarse de lo que no sirve.
- Ayuda a concretar y ver los pequeños pasos que uno debe realizar para lograr los objetivos.
- Despierta sensaciones agradables al imaginar un futuro sin el problema.
- Recuerda cómo es uno sin el problema.
- Ayuda a rescatar los propios recursos.
- Vacía la mente de problemas y la llena de miles de cosas que a uno le gustaría hacer.
- Uno imagina el mundo desde la solución.
- Permite priorizar sobre las cosas que generan mayor bienestar.
- La pregunta motiva a la acción y llegar al estado deseable.
- La sensación de pensar en el milagro, no sólo hace pensar que está ahí y puede ocurrir, sino también sentirlo.
- Genera una sensación de bienestar, como si a medida que uno menciona las cosas, las estuviese viviendo en verdad.
- Te hace sentir capaz, te da fuerzas, te quita una carga.
- Confirma que existe una parte de la vida que se disfruta: un espacio que uno ha sabido construir con alegría y tranquilidad.
- Se encuentra una fuente de energía que permite cargarse de buena vibra para el diario vivir.
- Uno siente que hay cosas en uno para resolver el problema.
- Surge un escensario diferente.
- Ayuda a ser más positivo respecto a los objetivos que uno ve difícil de alcanzar.
- Genera la esperanza de que mediante pasos concretos uno puede estar cerca de aquello que quiere lograr.
- Uno siente que tiene el control de la situación y que puede elegir otro rumbo, un futuro más esperanzador.
- La relación entre terapeuta y cliente se profundiza, uno encuentra empatía porque el terapeuta propone una visión diferente, mucho más aliviadora.
- Da mucha tranquilidad y calidez.
- Uno se siente más animado a seguir hablando sobre aspectos maravillosos de la vida, en lugar de estar hablando de problemas.
- Uno se siente fuerte hablando en relación con la pregunta, incluso, más orgulloso de uno mismo.
- Hablar de objetivos en esta forma mágica, lo cambia todo.
- Uno se siente mucho más capaz de enfrentar situaciones, con muchas ganas de implementar las cosas que visualiza, pues las encuentra muy posibles de realizar.
- Uno percibe la situación de una manera que resulta ser cada vez menos problemática.
- Uno es capaz de verse feliz sin sentirse unido al problema, sintiendo no sólo ganas de conseguirlo, sino además más fuerzas, uno se siente más libre y que, si se lo propone, lo puede conseguir.
- El problema deja de ser irresoluble.
- Uno termina la conversación con las más hermosas sensaciones.
Y finalmente:
41. Es una pregunta hermosa.
CONCLUSIÓN
Todos y todas concluyen también en lo importante que resulta la recapitulación que ofrece el terapeuta al final de la conversación:
Oir un resumen de lo que sería diferente, permite conectar aún más con aquella situación.
¿Qué experiencias has tenido tú usando la pregunta del milagro?