Terapia Breve y Cursos

24
mayo
2017
24 mayo 2017

6 consideraciones para desarrollar la pregunta del milagro

La pregunta del milagro es una invitación para describir futuros deseados y las personas puedan pasar de un pensamiento saturado de problemas a imaginar cómo sería su vida cuando un desafío se haya resuelto. Es, en definitiva, un salto de fe.

Pero su ejercicio no es sencillo. Requiere la colaboración del terapeuta para crear las condiciones necesarias y las personas se encuentren listas para empezar a imaginar un futuro a la medida de sus necesidades y sueños. Algunas personas necesitan más tiempo y asistencia que otras para responder a la pregunta, de manera que estas 6 consideraciones pueden resultar útiles si nos estamos iniciando o queremos mejorar este modo particular de estar en el lenguaje.

1. Habla pausada y amablemente

Con un tono de voz suave que pueda ofrecerle a las personas tranquilidad y confianza para pasar del problema a la solución.

2. Marca el inicio del proceso de construir soluciones

Introduciendo la pregunta del milagro como una pregunta extraña e inusual pero tremendamente útil para la terapia, el proceso puede ser más claro.

3. Haz pausas

Para poder darle tiempo a la persona en comprender la pregunta y poder diseñar su respuesta desde su propia experiencia y oportunidades.

4. Usa preguntas dirigidas al futuro

Ya que la pregunta busca una proyección hacia el futuro, a través de una imagen concreta, usa estas preguntas: “¿Qué sería diferente?” “¿Cuáles serían las primeras señales del milagro?” “¿Qué cambiaría?” “¿Qué estaría mejor?”

5. Enfatiza esta frase

“Un milagro ha sucedido y el problema que te trajo aquí ha desaparecido, está resuelto…”. Porque de esta manera iniciamos la transición hacia una conversación libre del problema.

6. Nuevamente: ¿qué sería diferente?

Cuando las personas, tras empezar a narrar lo que sucedería ante un milagro vuelven nuevamente a hablar y enfocarse en el problema, gentilmente podemos trasladar nuevamente su atención sobre lo que sería diferente en sus vida si el milagro ocurriese o ese problema estuviese resuelto, a través de la pregunta: “¿Y qué sería diferente?”

CONCLUSIÓN

La pregunta del milagro es un movimiento de apertura hacia la construcción de soluciones y las conversaciones libre del problema. Cuando las personas inicialmente dan una respuesta que no se ajusta a las condiciones de un futuro perfecto o unos objetivos bien formados, la pregunta del milagro puede invitar a las personas a compartir su visión de una vida más satisfactoria, con descripciones que reflejan finalmente las características de unos objetivos bien formados.

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Jorge Ayala