Terapia Breve y Cursos

6
febrero
2019
6 febrero 2019

7 normas que le dan energía y propósito a mi trabajo

Siempre me ha motivado la conversación como fuente de conocimiento, felicidad y satisfacción. A lo largo de estos años me he preocupado de ir capacitándome y, sobretodo, de ser consciente de mi lugar en cada conversación terapéutica.

Con frecuencia pienso en lo que hago y con cada acción vuelvo a pensar lo que pienso. La aplicación de un enfoque centrado en soluciones a las experiencias de terapia y trabajo grupal dan forma a una filosofía que encaja perfectamente con mis valores personales, descubriendo que para crear una experiencia útil y placentera en la terapia necesitamos conectar con las personas con empatía. Si reemplazamos la lógica por la confianza nos encontraremos pensando de manera innovadora y compasiva, abandonamos los prejuicios (o nos volvemos menos prejuiciosos, que ya es un comienzo), aceptamos mejor nuestro entorno y tomamos medidas coherentes. Todo esto significa que podemos aprovechar nuestro potencial más alto, esforzándonos constantemente por mejorar considerando que cada persona importa.

Si tuviera que compartir hoy un sistema de pensamiento con siete normas que le dan energía y propósito a mi trabajo, sería este:

Norma nº1: Soy responsable de todo lo que ocurre dentro de la consulta

De lo que pase afuera se hace cargo la persona. Mi labor será asegurar de que la conversación sea lo suficientemente útil para crear realidades terapéuticas que faciliten y potencien factores extraterapéuticos. Cada pequeña cosa que diga tiene un efecto y mis preguntas son un reflejo directo de mis pensamientos tanto como mi entorno refleja directamente mis acciones. Cada pequeño movimiento tendrá un efecto. Cada momento, cada acción y el pensamiento de las personas que visitan la consulta me importan. Presto atención a los detalles y asumo la plena responsabilidad de lo que suceda como experiencia. Cada interacción tiene un impacto en su forma única y mediante esfuerzos comprometidos podré lograr una mejora continua en cada experiencia.

Norma nº 2: Acompaño privilegiando el deseo de las personas

Los deseos son un vehículo para el crecimiento. Aceptando las ideas y necesidades de las personas con una mente abierta y empática podemos hacer lo posible para satisfacer estas necesidades con voluntad y confianza, ubicando la voz de las personas siempre en el centro de la conversación.

Norma nº 3: Estoy abierto a los resultados

Abrazando la incertidumbre puedo disminuir mi ansiedad, puedo fomentar la innovación y me convierto en una persona flexible. Puedo disfrutar del proceso de creación permitiendo la colaboración y la construcción de situaciones y soluciones aprovechando mi intuición y la co-creación de experiencia para crear realidades útiles.

Norma nº 4: Sé que todas las personas tienen el potencial para superar cualquier obstáculo

Los impases y los desafíos son oportunidades para el crecimiento y serán siempre circunstancias necesarias para la evolución del trabajo. Trabajar con otras personas en la creación conjunta de posibilidades son elementos esenciales para el desarrollo de la experiencia. Un enfoque iterativo me permite progresar. Pensar que no estoy ahí cometiendo errores sino más bien produciendo feedback es algo que me permite usar un enfoque útil y responsable.

Norma nº 5: Estar y sentirme capacitado

Perseverar hacia mi futuro deseado eleva mi estado de vida y permite equiparme con algo más de sabiduría, valores y compasión. Mi trabajo es más útil cuando puedo tomar acciones consecuentes aprovechando mi capacidad para mejorar de forma proactiva y coherente con la experiencia de la terapia, con mayor conciencia y pasión.

Norma nº 6: En conexión con la persona, apoyo sus deseos

En sintonía con los deseos de las personas puedo generar un diálogo abierto e ideas para la innovación radical. Empezando a disfrutar verdaderamente el proceso, la calidad de mi servicio mejora.

Norma nº 7: Felicidad a través de ayudar a los demás

Es simple: todo mi trabajo me lleva a la conclusión de que hacer las cosas cada vez mejor y más útiles proviene de la interacción y la creación conjunta, el diseño conjunto. La empatía y la colaboración no sólo me ayudan a crear mejores experiencias sino también me hacen sentir mejor.

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Jorge Ayala