Terapia Breve y Cursos

12
mayo
2017
12 mayo 2017

Steve de Shazer y la segunda Etapa del desarrollo de la Terapia Breve Centrada en Soluciones

Te debe resultar familiar esto:

Supongamos que esta noche ocurre un milagro y el problema que te trajo por aquí desaparece, queda resuelto. Este milagro sucede mientras duermes, de manera que no sabes que ha ocurrido…Entonces, ¿cómo descubrirías mañana que el milagro ha sucedido? ¿Qué tendría que ser diferente para que sepas que este milagro ha ocurrido?”

 

Existen varias historias alrededor de la pregunta del milagro. Sin duda y unánimemente quienes se han encargado de historiar este recorrido le atribuyen a Insoo Kim Berg su creación (escribí hace poco de esto y puedes leerlo desde aquí). Steve hace incluso una referencia en Claves en Psicoterapia Breve.

El equipo observó que la pregunta era muy útil para las personas: ayudaba a definir sus objetivos terapéuticos. El equipo se dio cuenta de que las respuestas que ofrecían las personas creaban la oportunidad de construir buenas historias. La pregunta generaba respuestas más útiles de las que el equipo estaba acostumbrado a obtener. Las personas podían imaginar claramente estas situaciones, generando una imagen muy clara del futuro al margen del problema. A pesar de que se trataba de una pregunta “poco realista”, provocaba respuestas que situaban situaciones muy realistas, con experiencias que las personas eran capaces de desarrollar. Dejemos que Steve los explique:

Regularmente -no cada vez que se hace la pregunta, pero regularmente- y más a menudo cuando el terapeuta adquiere más experiencia, los clientes actúan como si estuvieran experimentando lo que sucede el día después del milagro. Los clientes acompañan estas descripciones con movimientos corporales, como si estuvieron haciendo y experimentando lo que están describiendo.” *

 

De manera que lo que se le pedía a las personas luego de contar qué era lo que las había traído a consulta era imaginar cómo sería su vida si un milagro ocurriese y resolviera el problema. Ellos y ellas, los miembros del equipo de Milwaukee, animaban después a las personas a pensar en la ocasión más reciente que recordaran -”excepciones”, “partes del milagro”- donde el milagro ya había o estaba ocurriendo. A esto le sumaron la Pregunta de Escala de Progreso, para saber cómo se encontraban en relación con los objetivos de la terapia. Esta escala fue posteriormente conocida como La escala del milagro.

La construcción de las tareas en esta etapa era algo que había cambiado también. Recordemos que habían prescindido de la observación del equipo. Las tareas, a través de una sugerencia, invitaban sencillamente a las personas a notar todo lo que señalaba que el milagro estaba sucediendo o pretender incluso que actuaran como si el milagro ya hubiese empezado a suceder.

* Extraído del libro “More than miracles. The state of the art of solution-focused brief therapy”, de Steve de Shazer e Yvonne Dolan. Traducción personal.

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Jorge Ayala