Terapia Breve y Cursos

3
mayo
2017
3 mayo 2017

Escuchar: 3 formas de arruinar el proceso

1. Escuchar para procesar

El terapeuta escucha y pone atención únicamente sobre la información que confirma aquello que sabe y piensa de su propia teoría, con la creencia que es él quién sabe qué es lo mejor para la persona. Sólo se involucra en una pequeña parte de la conversación: el único fragmento que resulta provechoso para confirmar la contingencia de sus saberes. Detesta escuchar las buenas noticias que no se relacionan con lo que sabe y adora las buenas noticias que confirman lo que sabe ya que no desvían su atención ni exigen algún movimiento creativo. Finalmente, demuestra su malestar cuando el cliente decide interrogar la eficiencia de su trabajo y los cambios que no ha conseguido: “es un paciente resistente”, se consuela.

2. Escuchar para rescatar 


El terapeuta se encuentra buscando los sentimientos ocultos detrás de cada palabra para aprovechar su aparición -ya que confía que, ante todo, primero está la “liberación emocional” a partir de la expresión de los sentimientos más profundos- y desde su posición de escucha, tratar de facilitarle la vida a la persona “rescatándola de su dificultad”. El problema de esta clase de escucha es que niega a la otra persona la oportunidad de colaborar en la co-construcción de alternativas y posibilidades, perdiendo la perspectiva y creando un patrón repetitivo de acciones inútiles.

3. Escuchar para resolver


El cliente plantea el problema y el terapeuta deduce de su explicación que necesita que se lo resuelva. Y como resulta sumamente atractivo ser el poseedor de las soluciones y la verdad sobre cómo deben de resolver las personas “estas situaciones”, uno las plantea sin reflexionar si lo que el cliente necesitaba en ese momento era sencillamente ser escuchado o si requería verdaderamente una respuesta de este tipo. Y si la propuesta de solución no es bien recibida, sentirá el agravio de una sabiduría ofendida.

CONCLUSIÓN

Cómo o para qué escuchamos es una pregunta necesaria de hacer. Existen distintas maneras de escuchar y definiendo nuestra intención alcanzaremos el objetivo. En Terapia Breve Centrada en Soluciones escuchamos para seleccionar y construir valorando el relato de las personas y privilegiando su propio conocimiento local.

Tú, ¿para qué escuchas?

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Jorge Ayala